domingo, 22 de junio de 2014

Conoce a las cinco pensadoras top del siglo XX: Simone Weil, María Zambrano, Edith Stein, Hannah Arendt y Elisabeth Kübler-Ross

Apertura a la trascendencia, enfoque esperanzado ante la crisis cultural y el ser humano como ser de relación son los argumentos que aúnan a estas mujeres que nos acerca de forma entendible López Casanova, este médico canario en su libro Pensadoras del siglo XX (editorial Rialp).

Cirujano del aparato digestivo, quiso ir más allá de la materia y diseccionar la entraña filosófica del corazón que superase a los “sistemas abstractos alejados del ser humano concreto y real”, tan propios del racionalismo y de los “ismos” que han campeado a sus anchas en los últimos siglos y que lo siguen haciendo actualmente. En estas intelectuales ha encontrado, asegura, “los mejores ensayos sobre las ‘razones del corazón”, a pesar de que algunas sufrieron el rechazo o el asesinato, como Simone Weil, Hannah Arendt o Edith Stein.

-¿Cuál ha sido el motivo para elegir únicamente mujeres para su libro?

Este libro nace de una serie de conferencias en las que analicé el concepto filosófico de “el corazón”. En el decir de Pascal, quería encontrar los mejores ensayos sobre “las razones del corazón”. De hecho, quise denominar el libro como Pensar con el corazón, pero ya existía uno con ese título. Es decir, deseaba encontrar propuestas filosóficas en las que se entrelazaran una vida de plenitud con un pensamiento lógico-deductivo. Porque esto último, sin complementarlo con una mirada filosófica “desde el corazón”, significa construir sistemas abstractos alejados del ser humano concreto y real.

Y entonces me di cuenta de que las propuestas más fecundas en este sentido salían de la pluma de las mujeres que abordo en mi libro: Simone Weil, María Zambrano, Edith Stein, Hannah Arendt y Elisabeth Kübler-Ross.

-Por lo que me dice percibo que quiere resaltar la mirada femenina para una mejor solución de los problemas que nos afectan ahora, ¿es así?

La idea más original del libro es la de dar a conocer la vida y la obra de estas intelectuales del siglo XX y aplicarla a la crisis profunda de la cultura en la que vivimos en el actual siglo XXI. Ahora bien, no utilizo la preciosa antropología que cada una de ellas nos ofrecen porque sus autoras sean mujeres, sino porque su contenido resulta muy valioso.

No me ha interesado nunca el enfoque de género ni de cuotas, porque existen en el siglo XX pensadoras que están a la altura de cualquier pensador varón, y no necesitan ser valoradas por su condición femenina. Resulta además que una característica que engloba a todas estas grandes pensadoras es su desapego respecto de las corrientes feministas.

miércoles, 4 de junio de 2014

ANCHIETA Y LA UNIVERSIDAD


Homilía del 4 de junio sobre la Universidad y José de Anchieta.

Queridos hermanos:

Este tercer día del Novenario de San José de Anchieta, en el entorno de la fiesta litúrgica del día 9 de junio, queremos mirar a nuestro santo canario desde una perspectiva concreta: su vinculación con la Universidad. La dimensión académica de su santidad; la vinculación universitaria de su santidad.

La Universidad es un espacio de formación académica, un lugar de encuentro y desarrollo de la cultura, una casa de saberes universales, se síntesis e interdisciplinariedad. La Universidad es una caja de música en la que la ciencia, la técnica, las disciplinas humanas, sociales, didácticas, hacen resonar su peculiar melodía convirtiéndolas en una sinfonía del espíritu humano. Nadie tiene todo el saber; nadie controla toda la verdad. La belleza de la fraternidad, de la colaboración, de la academia, hace resplandecer una aproximación holística a la realidad de la que formamos parte.

En este espacio, Dios es, seamos conscientes o no, lo reconozcamos explícitamente o no, protagonista de nuestras búsquedas. ¿Es posible ser universitario y santo? ¿Es compatible la santidad con la rigurosa búsqueda de la verdad con el instrumento humano de la inteligencia y la razón? ¿La fe y la gracia, son aspectos que debilitan el espíritu universitario o son aspectos de lo potencian y desarrollan? Esta es la pregunta a la que queremos responder mirando a San José de Anchieta.

Hace ocho años, el Papa Benedicto XVI, dictó un discurso en la Universidad de Ratisbona bajo el título de “Fe, razón y Universidad”. Podríamos resumir el pensamiento del Papa en este discurso en aquella afirmación que hacía: “La convicción de que actuar contra la razón está en contradicción con la naturaleza de Dios”. O dicho de otro modo: la fe exige el uso de la razón; la fe es un acto humano que ha de ser realizado con libertad y conocimiento y deliberación plenos. El creyente no es el sujeto de una confianza fanática ante una realidad contraria con la inteligencia humana: esa persona no es creyente; es un fanático. La gracia viene en ayuda de nuestra debilidad intelectual, pero ni la anula ni la suple: la perfecciona, la lleva adelante, la potencia. La fe y la gracia potencian la razón. La razón purifica la fe. El estudio y la disciplina académica es, puede ser, debe ser, camino de santidad. Porque la naturaleza de Dios, que Cristo nos ha revelado y la Iglesia nos ha transmitido, no puede estar en contradicción con la razón humana. Se puede ser santo y universitario. Se puede ser santo usando la razón hasta las últimas consecuencias de la realidad humana. Se puede y, viendo a San José de Anchieta, se debe.

Pidamos hoy al Señor, en esta Eucaristía, que interceda ante el padre por los hombres y mujeres universitarios de nuestra Diócesis. Por quienes, conociendo a Jesús, se esfuerzan por serle fiel en medio de su tarea académica y, también, por quienes no conociéndole le buscan entre las rendijas de la verdad que gestionan con el rigor del saber. Pidamos por nuestras instituciones académicas, por todas ellas. Que contribuyan al bien común y al desarrollo y progreso de nuestra sociedad. Pidamos la intercesión del P. Anchieta, por los hombres y mujeres que dedican su vida al servicio de la verdad. María fue la inspiración del P. Anchieta. A ella dirigió su más hermoso poema. La madre de Jesús fue su intercesora en aquella tierra extraña y amada para él. Ella es calificada por la Iglesia como “Trono de la Sabiduría”. Pidamos la intercesión de Santa María, trono de la Sabiduría, por aquellos que se dedican al servicio universitario de la verdad.